En el Segundo Congreso Latinoamericano de Seguridad Privada, celebrado recientemente en México, expertos chilenos examinaron junto con representantes del FBI y Scotland Yard la importancia de la certificación ISPS -que exige el cumplimiento de estrictas normas de seguridad para puertos y buques de todo el mundo- ante la eventualidad de ataques terroristas.

Esto cobra especial relevancia después de que hace pocos días informes de organismos de inteligencia británicos advirtieran sobre la altísima probabilidad de que el próximo blanco de ataques terroristas de Al Qaeda sean puertos y barcos mercantes.

Expertos chilenos en el área de seguridad marítima y portuaria fueron convocados como únicos especialistas en estas áreas al Segundo Congreso Latinoamericano de Seguridad Privada, que se realizó en México entre el 18 y 20 de agosto, para analizar la importancia de la certificación ISPS (International Code for the Security of Ships and Port Facilities) -que exige el cumplimiento de estrictas normas de seguridad para puertos y buques de todo el mundo ante la eventualidad de ataques terroristas-. Esto cobra especial relevancia después de que hace pocos días se divulgaron informes de organismos de inteligencia británicos que advertían sobre la altísima probabilidad de que el próximo blanco de ataques terroristas de Al Qaeda sean puertos y barcos mercantes.

Julio Alarcón, presidente de Grupo Pals, holding nacional que agrupa a empresas expertas en Risk Management y Seguridad, explica que "La certificación ISPS, ordenamiento internacional desarrollado por la Organización Internacional Marítima, - dependiente de la ONU-  después del atentado contra las Torres Gemelas, exige a los casi 180 países signatarios establecer barreras físicas, humanas, y tecnológicas, además de normas y procedimientos, para controlar los procesos de embarque, transporte, almacenaje y desembarque". Y agrega que "cada paso es importante, pues es muy fácil introducir y transportar elementos peligrosos, inclusive un artefacto nuclear táctico, a bordo de un navío".

Ello adquiere mayor relevancia si se considera que cualquier ataque terrorista a embarcaciones o a terminales portuarios podría traer graves complicaciones a la economía, pues más de un 90% de los bienes comercializados a nivel mundial se transportan por mar.

El código ISPS empezó a regir desde julio de este año. Al 30 de junio había sólo un 16%  de los 6114 puertos de los países signatarios, y un 30% de los buques del mundo, al día con la norma. Este dato no es menor si se considera que los buques e instalaciones portuarias que no tengan esta certificación quedarán prácticamente excluidos del comercio mundial. "Un barco no certificado no podrá ser recibido en ningún puerto suscrito al código ISPS. De la misma forma, y aunque el barco cuente con esta acreditación, el paso por un puerto no certificado -si no se cumplen ciertos protocolos de seguridad- impedirá que la embarcación sea recibida en otros terminales portuarios", agrega Julio Alarcón.

En Chile, la certificación ISPS es otorgada por la Directemar -Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante-, y exige que los barcos y los puertos realicen estudios y desarrollen planes de seguridad para cumplir las normas, los que pueden ser efectuados ya sea por los oficiales de marina mercante de los buques, por los encargados de la seguridad de los puertos, o por empresas privadas especialmente autorizadas por el Estado, contratante a través de Directemar, las que actúan como "Organismos de Protección Reconocidos" (OPR).

El expertise de este tipo de empresas chilenas ha logrado reconocimiento internacional, ya que además de ser invitados a encuentros internacionales como el que se realiza en estos momentos en México -donde participan distintos gobiernos y organizaciones de carácter policial, como Scotland Yard y  el FBI-, los expertos nacionales son requeridos desde el extranjero para asesorar a puertos y buques que buscan obtener la certificación ISPS.

Para Julio Alarcón, un hecho que grafica la reconocida eficiencia de la autoridad marítima y de los expertos en seguridad privados del país, es que "cuando vinieron especialistas estadounidense a asesorarnos en este tema -así como visitaron a todos los países signatarios del código- reconocieron que todo estaba perfecto. Prueba de ello es que el puerto de Valparaíso fue el primero en América Latina en obtener el "Certificado Internacional de Protección", que es como se denomina esta acreditación otorgada por la Directemar".

Si bien Chile es un país alejado de los grandes centros comerciales del mundo, por lo cual es poco probable que se vea afectado por un atentado directo, es un gran exportador y el riesgo es que a través de sus productos comercializados se pudiera enviar elementos peligrosos, cuyo destino final puede ser EE.UU. u otra gran potencia.

Para el ejecutivo de Grupo Pals, quien además detenta el cargo de Presidente de Emprorse, entidad que agrupa a importantes empresas de Seguridad de Chile, "es un orgullo que expertos chilenos sean los invitados para exponer sobre este tema en tan importante Congreso y que nuestro país se transforme en un referente de seguridad". Asimismo, confirmó que Chile fue designado sede para el Tercer Congreso Panamericano de Seguridad Privada, a realizarse en Agosto de 2005, lo cual reafirma el óptimo momento en que se encuentra el prestigio del país en este campo.

Acerca de Grupo Pals

Presente en Chile desde 1986, Grupo Pals constituye un holding de empresas destinadas a proveer a las diversas firmas interesadas un soporte profesional y técnico reconocido, prestando los servicios de asesoría, capacitación y servicios en las áreas de la Seguridad Privada, Prevención de Riesgos y Control de Pérdidas, Análisis de Riesgos Sociales, Políticos e Inteligencia Estratégica, entre otros.