Investigación por colusión en EE.UU. cuestiona exención de navieras a normas de competencia

Hace tiempo que la industria naviera está bajo la lupa de los entes antimonopolio. De hecho, recientemente, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) solicitó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) la modificación de la Ley de Marina Mercante que establece excepción a la normativa de libre competencia a favor de estas empresas chilenas, que protegería a los actores menos eficientes permitiendo la coordinación de precios y de capacidad.

Considerando que Chile es una de las economías más abiertas del mundo, con cerca de 30 acuerdos comerciales y un perfil exportador que ha estado compuesto en el último tiempo por un 45% de exportaciones de carácter industrial, 45% de tipo minero y un 10% de envíos agrícolas, aproximadamente, el transporte marítimo de carga es clave.

Además, de acuerdo a la FNE, “el desarrollo de las industrias asociadas al transporte de carga, en particular el de vía marítima, que representa el 96% de las exportaciones y el 85% de las importaciones de Chile, es crucial para el funcionamiento comercial entre los países”.

Asimismo, de acuerdo a los expertos, existe una fuerte integración y dependencia entre las empresas navieras, las agencias y los puertos nacionales, por lo que el poder de estas compañías tendría un carácter transversal.

Las malas prácticas

En ese sentido, la FNE precisó que actualmente dos navieras chilenas –Compañía Sudamericana de Vapores y Compañía Chilena de Navegación Interoceánica–, junto con las principales compañías a nivel mundial –Maersk, Mediterranean Shipping Co., Hamburg Süd, entre otras– participan en una conferencia de empresas navieras que opera entre la costa oeste de Sudamérica y el continente asiático, incluyendo a nuestro país.

De hecho, la FNE detectó que en la conferencia de empresas navieras que opera entre la costa oeste de Sudamérica y el continente asiático, las mencionadas compañías “están cartelizadas” y las tarifas comunes alcanzadas son más altas que si estuvieran bajo las reglas de la libre competencia. Es más, el organismo antimonopolio teme que esto suceda también en otras rutas.

Pero esto no es todo, ya que la CSAV, hoy controlada por el Grupo Luksic, está en la mira de las autoridades antimonopolio de Estados Unidos y Canadá, junto con un conjunto de empresas navieras que participan en el transporte marítimo de vehículos.

Las investigaciones tienen por objeto "evaluar la existencia de ilícitos anticompetitivos relacionados con acuerdos de cooperación en materias de precios y reparto de clientes entre compañías navieras en el transporte marítimo de vehículos", puntualizó el gerente general de CSAV, Oscar Hasbún, al conocerse de la investigación.

Y aunque CSAV no identificó a las otras compañías, podrían encontrarse entre las 10 empresas de Japón, Corea del Sur y Noruega que están siendo investigadas por la Comisión de Comercio Justo de Japón, justamente también por haber formado un cartel para coordinar alzas de tarifas para el transporte de automóviles y otras exportaciones niponas a Europa, Estados Unidos y otros mercados asiáticos.

Estas son, entre otras, NYK Line, MOL, "K" Line, Wallenius Wilhelmsen Logistics y Korea's Eukor Car Carriers, ambas filiales de Norway's Wilh. Con lo que la investigación de los entes antimonopolio al sector naviero, sería a nivel mundial.

Exenciones poco usuales

Por lo mismo, Francisco Agüero, director del Centro de Regulación y Competencia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, afirmó que las navieras “no debieran estar eximidas a las normas de la libre competencia, no es procedente y es poco usual en el mundo, sobre todo tomando en cuenta que esto tiene que ver con acuerdos de precios y reparto de mercado”.

Agüero apuntó a que la otra exención al sistema de libre competencia en el país, radica en el mercado de los seguros automotrices obligatorios. Analistas del área aseguraron, en tanto, que el hecho de que esté en curso una investigación mundial por colusión naviera, fortalecería la posición de la FNE de cara a la audiencia pública del próximo 14 de noviembre en el TDLC.

FNE y el impacto naviero

En el año 2010, las empresas navieras que participan en las conferencias marítimas citadas por la FNE, en conjunto, tenían una participación de mercado equivalente al 92% del total de la carga contenerizada movilizada por los puertos de Valparaíso y San Antonio, principales puertos chilenos de embarque y desembarque de la carga transportada en la ruta costa oeste de Sudamérica y Asia.

En atención a las declaraciones que altos ejecutivos de navieras efectuaron en la FNE, y considerando su alta participación de mercado, la FNE concluyó que la conferencia no sólo tendría un impacto en la competitividad de las importaciones y exportaciones chilenas con Asia –dado que los operadores en la ruta se encuentran autorizados por la ley sectorial para coordinar sus tarifas–, sino que, además, podría constituir una instancia facilitadora de la acción coludida de las empresas en otras rutas.

Navieras se defienden

Según las firmas navieras que se defendieron ante el TDLC, “una abrumadora mayoría de legislaciones de los países marítimos más importantes conservan exenciones a la libre competencia. Por otro lado, más del 80% del comercio exterior de Chile se realiza con regiones que las conservan”.

Luego, de acuerdo a estas compañías marítimas, “el ejemplo que invoca la FNE es parcial, y únicamente incluye a la Unión Europea, que sólo derogó la exención a la libre competencia de las conferencias navieras”.

Acerca de la exención de las reglas de la libre competencia para las navieras –medida impulsada en 1985–, estas empresas expresan que “tiene un claro objeto instrumental hacia la protección de una determinada finalidad de política pública: el beneficio de la nación, su economía y seguridad. La exención no se incorporó de forma aleatoria”.

Fuente: Estrategia