Gobierno argentino prohibió que exportaciones sean trasbordadas en Puerto de Montevideo

El Gobierno argentino prohibió que sus exportaciones sean trasbordadas en el Puerto de Montevideo. Las autoridades ven con preocupación esta medida de la administración de Cristina Fernández, y la interpretan como una primera represalia luego del diferendo por la autorización del aumento de la producción de UPM. Para conocer más sobre los impactos que puede tener esta medida en los operadores privados de las terminales uruguayas, se mantuvo un díalogo con Mario Baubeta, presidente del Centro de Navegación de Uruguay.
El Centro de Navegación es la entidad empresarial que aglutina a agentes marítimos, operadores portuarios, terminales y depósitos portuarios.

Esta medida fue firmada por la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina y establece: “dentro del ámbito geográfico de los países que integran el Mercosur, las cargas de exportación originadas en puertos argentinos únicamente podrán ser trasbordadas en otros puertos de jurisdicción nacional o en puertos de los estados parte del Mercosur y sus estados asociados que mantengan vigente acuerdos de transporte marítimo de cargas con la República Argentina”.

El problema es que Uruguay no tiene un acuerdo de este tipo, y es por ello que se produciría el perjuicio. Pero antes de ir a las consecuencias, ¿de qué tipo de movimientos estamos hablando?, ¿a qué se refiere esta resolución?
Esta resolución se refiere a que en Argentina, ya desde la asunción del Gobierno del presidente Mujica, después del encuentro de Anchorena y la liberación del bloqueo del puente, apareció esta medida en la mesa de trabajo de la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables. Yo concurrí a la cancillería a avisarle a Luis Almagro, el viernes 27 de agosto de 2010, que Argentina estaba preparando esta medida. El lunes 30 de agosto de 2010 estuvo en Montevideo el canciller [Héctor] Timerman y Almagro le planteó la preocupación que le habíamos planteado, y Timerman le dijo que de ninguna manera Argentina iba a decretar una medida que fuera en perjuicio directo de Uruguay.

¿Se maneja esta posibilidad desde hace tres años entonces?
Exactamente. Los hechos que han sucedido en estos últimos días han determinado que se empiece aplicar. En realidad, el que firma la resolución es el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti, pero la resolución se tomó en el último encuentro oficial de agenda de la presidenta Cristina Fernández con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y con el secretario de Transporte, Alejandro Ramos. Ellos dicen que es para evitar la fuga de contenedores al Puerto de Montevideo.

Pero estamos hablando de las cargas de exportación originadas en puertos argentinos que en determinado momento son trasbordadas, ¿cómo es este tipo de operaciones?
El tema hay que analizarlo no por el texto de la disposición, o sea, cargas de exportación argentina, sino con una visión global. En la región hay un tráfico de buques de menor porte que van recogiendo carga desde Rosario, Zárate, Las Palmas en Río Paraná, Ushuaia, todos los puertos argentinos del sur patagónico, y esos barcos chicos van trayendo las cargas a un puerto concentrador, como es el de Montevideo, y por eso nosotros operamos cargas de esas zonas.

¿Son cargas que desde Montevideo terminan yendo a otros destinos?
Exactamente. Esas cargas son recogidas por los grandes buques que van a Lejano Oriente, costa este de América del Sur y del Norte, Mediterráneo, norte de Europa y Cercano Oriente.

¿Esta disposición implica que los trasbordos que se hacen en el Puerto de Montevideo ya no podrán seguir haciéndose, van a tener que trasladarse a puertos de otros países del Mercosur que tengan ese acuerdo especial con Argentina, concretamente en Brasil?
Quiere decir que estos barcos que hacen los circuitos regionales no van a poder dejar la carga argentina en el Puerto de Montevideo. Acá está en juego el puerto hub, el puerto concentrador, no solamente los contenedores de exportación argentina que movemos nosotros. Uruguay va a perder esa calidad de puerto concentrador, o sea que va a perder el tránsito y eso pone en grave situación al Puerto de Montevideo, al comercio exterior y a la competitividad del país.

¿Usted dice que está en juego el Puerto de Montevideo como hub, como puerto concentrador, no solo porque perdería este movimiento?
Exactamente, si quiere podemos dar algunas cifras. En el 2012 se movieron 750.000 TEUs. En las cargas en tránsito de contenedores llenos fueron 250.000, en cifras redondas, y el total de contenedores de carga argentina de exportación fue de 50.000 contenedores, pero como tiene dos movimientos –lo trae el barco regional y se lo lleva el barco oceánico– esos movimientos del Puerto de Montevideo se duplican, entonces son 100.000 movimientos. Está en juego 100.000 movimientos de contendores en el Puerto de Montevideo de carga de exportación argentina. Y es lógico pensar que si los barcos no hacen hub en Montevideo, los barcos oceánicos tampoco van a dejar la carga de importación en Montevideo, que son 15.000 contenedores –como tiene dos movimientos son 30.000 movimientos–. Quiere decir que están en juego 130.000 movimientos de contenedores. A esto le sumamos que Montevideo, por ser puerto concentrador, recibe contenedores vacíos que van al sur patagónico para cargarse, esos son 67.000. Quiere decir que esta medida nos afecta directamente 200.000 movimientos de contenedores en el Puerto de Montevideo. Estamos hablando de más del 25% de la actividad del Puerto de Montevideo en el año 2012.

¿Y si determinados barcos dejan de venir, eso va a afectar también trasbordos de otros orígenes en la región, por ejemplo trasbordos paraguayos?
Exacto, si hay 200.000 contenedores menos en el Puerto de Montevideo eso implica que va a haber cerca de 100 escalas de buque que van a dejar de venir a Montevideo.

¿100 escalas en qué período?
En un año el perjuicio que tendrá Uruguay, el Puerto de Montevideo, la actividad logística, es enorme. El cálculo de pérdida podría considerarse entre 100 millones de dólares aproximadamente, eso directo, y después está la afectación que pueda tener nuestro comercio exterior por tener menor disponibilidad de bodega, mayores demoras en puertos de Brasil para que sus cargas lleguen a los destinos finales, y puede haber un incremente de fletes en nuestro comercio exterior porque habrá carga de trasbordo. O sea que Montevideo va a quedar como un puerto feeder, de buques de menor porte, para cargas en contenedores y actividades de graneles, chiperas, carga general, vehículos. Pero pierde una masa muy importante de contenedores que son los que generan el valor agregado.

Después están también otros 200.000 contenedores más entre llenos y vacíos que mueve el Puerto de Montevideo, donde el 50% de la actividad es con el tránsito, que están en riesgo. Al no venir los barcos, al haber menos escalas de buques, esos 200.000 contenedores también están en riesgo. Es una medida muy grave que ha tomado Argentina en perjuicio de Uruguay, Argentina está legislando en el Mercosur en perjuicio directo de un socio.

¿Por qué otros países firmaron este acuerdo marítimo del Mercosur y Uruguay no lo hizo?
No, ese acuerdo no se ha firmado porque en el año 2005 en Asunción se reunió el grupo cinco del Mercosur para formalizar un acurdo de transporte marítimo, y Uruguay no concurrió. Ahí crearon una reserva de carga para el Mercosur, una medida totalmente proteccionista, también determinaron que las cargas en tránsito –los movimientos regionales que hoy les hablaba– tienen que ser en bandera de países del Mercosur. Hoy en la mayoría de los casos no se hacen en bandera de Mercosur, sino en terceras banderas, que tienen un costo tres veces menor a una bandera del bloque. O sea que si Uruguay ratificara eso, también estaría perdiendo tránsito porque las banderas que van a dominar el transporte marítimo regional van a ser argentinas y brasileñas, no van a hacer puerto concentrador en Montevideo, van a ir a concentrar carga en sus puertos. También a través de esa medida vamos a perder el tránsito. Por eso Uruguay se ha opuesto, corre el mismo riesgo de perder el tránsito, y también tiene un riesgo de encarecer todo su comercio exterior.

¿Qué gestiones están haciendo ustedes, qué diálogo hay con las autoridades del Gobierno uruguayo?
Yo fui a alcanzarle a la cancillería la disposición marítima que fue publicada en el día de ayer en el boletín oficial, estuve con el subsecretario, el economista Luis Porto, y quedamos en alcanzarle un estudio de impacto que también se le había pedido al Ministerio de Transporte y éste se lo ha pedido a la Administración Nacional de Puertos. Yo creo que esto es una medida totalmente irracional de Argentina, confío en que se pueda superar, porque uno de los perjudicados es el comercio exterior argentino. Los exportadores argentinos del norte y del sur patagónico están siendo perjudicados, la Unión de Exportadores argentina está totalmente en contra de esta medida porque están siendo perjudicados.

Reacciones en Presidencia

La decisión argentina de prohibir que las cargas originadas en puertos de ese país puedan transbordar en las terminales uruguayas es una muestra más de una “política insular” que hace “añicos al Mercosur”, dijo ayer el presidente de la República, José Mujica.

Ante el silencio oficial del Ministerio de Transporte y de la cancillería, que tienen competencia directa en el asunto, Mujica dijo que en el gobierno se “están moviendo en todos los terrenos” para buscar una solución al problema, “sin andar boconeando y sin hacer pamento”. No obstante, añadió durante su audición radial, que “no hay ninguna solución de carácter inmediato”, aunque “tienen claro por donde ir”.

El presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz, mantuvo una reunión con los representantes de los armadores que tienen filiales en Montevideo para interiorizarse de la decisión que adoptarán una vez que la disposición comience a aplicarse a partir del jueves 7 de noviembre. Entre los participantes estaban las compañías Hamburg Süd, Maersk, Cosco, CCAV y MSC, dijo una fuente.

En tanto, en la víspera se recibió una señal de que todavía no se está aplicando la disposición de la Secretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina, que dirige Horacio Tettamanti.

El buque de bandera paraguaya Cruz del Sur, que había sido impedido de cargar el miércoles  30 de octubre en el puerto argentino de Rosario, sobre el río Paraná, en una escala previa antes de recalar en el puerto de Montevideo, finalmente logró el jueves 31 embarcar contenedores en esa terminal, dijo Baubeta. “La Aduana (argentina) tuvo que entender que la disposición regía a partir del 7 de noviembre”, agregó. La resolución 1108/2013 de la Secretaría de Puertos fue publicada el martes en el Boletín Oficial argentino.

Sin respuesta

Más allá de las expresiones de Mujica, los operadores del sector logístico y portuario todavía no tuvieron ninguna respuesta oficial sobre las acciones que se están emprendiendo para resolver la situación, que amenaza la viabilidad de Montevideo como terminal “concentradora” de cargas.

El Centro de Navegación mantuvo contactos esta semana con el canciller en funciones, Luis Porto, y las autoridades de la ANP, pero no recibieron detalles de cómo se está manejando el tema.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, coincidió esta semana con su par argentino Héctor Timerman en Venezuela en la cumbre de ministros de Economía y cancilleres del Mercosur con este tema sobre la mesa.

A nivel privado no se esperan avances concretos hasta tanto la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, retorne a la actividad luego de someterse a una cirugía.

Fernando Correa de Terminal Cuenta del Plata (TCP) –el operador especializado en contenedores del puerto y responsable de la mayor operativa de transbordos–, dijo a El Observador que la información con la que cuentan indica que una eventual solución “va para largo”. De todas formas, remarcó que hasta el momento no se han concretado “grandes cambios” en la planificación de los barcos que arriban a la terminal. Cerca del 70% de la operativa de TCP son transbordos y sobre el total, 48% de las cargas provienen de Argentina.

De confirmarse la resolución argentina, “pasaríamos a ser una terminal de origen y destino, con barcos mucho menores”, añadió Correa.

Una evaluación preliminar realizada por el Cennave estima que la eliminación de los transbordos argentinos tendrá un impacto económico de entre US$ 70 millones y US$ 80 millones al año.

Eso significa una caída en la actividad portuaria de 26%, con la pérdida de 200 mil movimientos de contenedores anuales.

Además, con menos carga para movilizar se perderán 150 escalas de buques, la mitad de portacontenedores oceánicos y la otra mitad de barcos regionales. De aquí que los operadores esperan un encarecimiento de los costos para los exportadores locales por la menor disponibilidad de bodega y la necesidad de añadir escalas a la carga que parte de Uruguay para poder embarcar en buques oceánicos, ya sea en Buenos Aires o en el sur de Brasil.

Esa situación también se dará para los exportadores argentinos, que el jueves transmitieron su preocupación al ministro de Interior y Transporte de Argentina, Florencio Randazzo, a quien pidieron la “urgente suspensión” de la medida.

El pedido de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) menciona que la disposición es “inconveniente, genera extra costos, y ha sido tomada de manera aislada e intempestiva afectando las exportaciones en curso”. Además, señala que genera efectos sobre la competitividad exportadora y el desarrollo económico.

“Las navieras irán a los puertos del sur de Brasil en lugar de Buenos Aires. Si con esta medida pretendían recuperar la carga que transbordaba en Montevideo, se equivocaron feo. Van a perjudicar a Uruguay, sí, pero no por eso benefician a Argentina. Al contrario: encarecen las exportaciones regionales”, dijo el gerente de una línea marítima.

En el mismo sentido, Mujica dijo en su audición radial que “la política de confrontación a quien más va a perjudicar será a la República Argentina”. “Pero obviamente también a Uruguay enormemente, y sobre todo va a herir a la región”, añadió.

Fuentes: El Espectador y El Observador, Uruguay