Reparos al modelo de concesión de la APG

El proceso de concesión de las terminales de contenedores y multipropósitos de la Autoridad Portuaria de Guayaquil (APG) no convence a los organismos de control.

Los informes de Contraloría y del Consejo Nacional de Modernización (Conam) recomendaron a la APG que declare desierto el proceso si solo se presenta una sola oferta en el concurso. Además, que  evite las ofertas ‘temerarias’.

Sin embargo, el miércoles pasado, los miembros del Directorio de la entidad receptaron la única propuesta de la firma  International Container Terminal Services Inc. (Ictsi), que desea administrar los servicios públicos de la terminal de contenedores y multipropósito. El Consorcio Portuaria de Guayaquil, que también participó, se retiró del concurso.

Al inicio del proceso se interesaron diez empresas, pero solo siete fueron precalificadas. Luego salieron dos y el resto se asoció,  pero solo una llegó a la etapa final con su oferta. Las autoridades de control esperaban que se presenten por lo menos dos ofertas.

La Contraloría emitió un informe favorable del proceso de concesión, el 7 de noviembre pasado, pero condicionó a que se acaten 86 observaciones.

En la primera, la entidad recomendó que en todo el proceso precontractual  existan  las condiciones de competencia. En ese sentido, “debería definirse la posibilidad de que la APG declare desierta la licitación cuando considere que no va a existir la competencia como se deja indicado”, señala el informe elaborado por el contralor Genaro Peña. Así también exige que se aclare que no habrá ampliación del plazo de la concesión por otras razones.

Por su parte,  el informe del Conam consta  de 40 observaciones. En lo que se refiere a la modalidad de adjudicación, señala que “no hay suficientes garantías para evitar adjudicar el contrato de concesión a una oferta temeraria y que esta contravenga a los intereses del Estado en materia portuaria”.

En cambio, la Procuraduría se abstuvo de emitir su informe en esta etapa, pero recomendó en un documento del 23 de octubre que el directorio de la APG tome  especial cuidado de que los documentos licitatorios se adecuen a las leyes y normativa aplicable. “Con especial énfasis de no incluir disposiciones que limiten o impidan la participación del mayor número de oferentes”, señala el comunicado de Sócrates Vera, director Regional de la Procuraduría.

Para Walter Martínez, jefe de la Unidad de Concesiones, no hay necesidad de declarar desierto el proceso ya que se cumplieron todos los proceso. “Siempre hubo competencia y en las bases no se habla de comparar los documentos. Ahí se menciona que se debe escoger la mejor oferta  y no de comparar y elegir la mejor”.

Según Martínez, los plazos están dados y todas las empresas que participaron estuvieron de acuerdo con los documentos licitatorios.

Esa opinión es compartida por Roberto González, apoderado de la firma filipina Ictsi y señala que los documentos tienen la aprobación de las entidades competentes. “Por la naturaleza del contrato no es necesario que la Procuraduría emita su informe”.

Los cronogramas

El período de precalificación duró cinco meses, en los cuales  se revisaron los documentos de los participantes y se calificaron a las diez empresas, dejando  a tres fuera del proceso.

La fase del Data Room duró un mes y fue considerada la etapa más importante del proceso. Ésta empezó el 21 de agosto y terminó el 15 de septiembre.

Los representantes de  los grupos Wilport, Consorcio Portuario y otros se quejaron de que sus consultas y aclaraciones no fueron debidamente respondidas ni aclaradas por las autoridades.

Las inquietudes que se repitieron y que no fueron aclaradas hacían referencia a  que si el concesionario del Puerto de Guayaquil tendrá derecho a la exención de los impuestos municipales, así como  a acogerse a la Ley de Beneficios Tributarios.

El concesionario que  gane tendrá la posibilidad de participar en la construcción de una nueva terminal de aguas profundas para ampliar los servicios de  transporte marítimo internacional.

En 21 días la Comisión  de Evaluación deberá analizar la oferta. Estará integrada por Andrés Icaza, Gilberto Pino y Pedro Moliner. Luego, el Directorio tendrá cinco días para decidir si la oferta presentada es buena o no.

Entrevista
Fernando Donoso, Ex titular de la Autoridad Portuaria de Guayaquil

‘Me presionaron para que declare desierto el proceso’

Redacción Guayaquil

¿Por  qué renunció cuando se iban a abrir los sobres de la única empresa interesada en la concesión del Puerto?

Querían que declare desierta la licitación. No estuve de acuerdo con esa posición y renuncié.

¿Quién lo presionó para que declare desierto el proceso en ese momento?

El  señor ministro de  Defensa, Marcelo Delgado, me llamó y me dijo que  por disposición del Presidente de la República declare desierta la convocatoria.

¿Cuál fue el argumento que le dieron para que se incline a tomar esa decisión?

No hubo argumentos, solo fue una disposición. El hecho es que al declarar  desierto,  en la situación  en la que estábamos,  era algo que no  se ajustaba al marco legal  establecido ni a las   bases.

Hay informes de la Contraloría que sugieren que se declare desierto cuando no haya competencia...

No sé, pero las bases  del proceso dicen claramente que hay la  posibilidad de concesionar a un solo oferente.

Esas bases fueron aprobadas por la Contraloría del Estado y el Conam.

Cuando hay competencia se puede escoger la mejor oferta, pero esta vez solo hubo una empresa interesada...

El proceso no  inicia  ahora sino que ha venido durante mucho tiempo y sí hubo competencia. No hay   opción  que se declare  desierto solo porque hay una sola oferta.

¿Con su salida se podrá declarar desierto el proceso?

No creo. Soy  un funcionario  que deja su espacio a otro y sigue. Esto está reglamentado en las bases del  proyecto de inversión y gestión y en el modelo del contrato. No tiene  que afectar en nada y se  debe seguir como manda la Ley.

Pero el nuevo Presidente del Directorio puede acoger la petición de que se  declare desierto...

Eso puede darse, pero  ya no tengo  nada que hacer. Cumplí  y  he trabajado según mi experiencia, y con el Directorio en pleno.  Insisto, no era necesario  declarar desierto   el  día en que se abrían los sobres. No era un buen precedente.
 
Fuente: El Comercio de Ecuador