El desafío que une a los ministros de Agricultura del Cono Sur

Aunque cada país tenga sus intereses propios en la agricultura, hay un enfoque que Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay -que componen el Consejo Agropecuario del Sur (CAS)- tienen en común: potenciar al Cono Sur como el futuro para el abastecimiento de la demanda mundial de alimentos, sobre todo del Hemisferio norte y China.

Reunidos en "El Mercurio", los ministros de Agricultura de estas naciones, que llegaron a Chile para la XXIII junta ordinaria del CAS, adelantaron sus proyecciones para 2013: Un año que ven con un prudente optimismo, que seguirá marcado por la incertidumbre sobre la economía internacional, en el que será importante establecer alianzas cada vez más fuertes entre los países de la región.

Además, continuará el desarrollo de las relaciones con las economías emergentes, que tienen una creciente demanda por alimentos. "Tenemos el desafío de ser uno de los mayores proveedores de alimentos del mundo", comentó el ministro de Agricultura, Luis Mayol.

Las cifras lo revelan: el déficit de alimentos del mundo, que asciende a 78 millones de toneladas anuales, sería superior a los 700 millones de toneladas si se descontara el aporte de producción que hacen las naciones del CAS a la oferta global.

Entre las mayores preocupaciones de los representantes del agro en la región, está lograr los máximos estándares de inocuidad y sanidad de los alimentos que se exportan desde la zona, sobre todo en lo relacionado con la sanidad animal y en la aftosa, afirmó el ministro Mayol.

712 millones de toneladas anuales sería el déficit de alimentos a nivel mundial si no se contara el aporte de producción que realizan las naciones que componen el Consejo Agropecuario del Sur (CAS) a la oferta global, según datos entre 2000 y 2011. Actualmente, esta cifra es de 78 millones de toneladas al año.

"Las barreras arancelarias existieron siempre y van a seguir existiendo", comentó el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, Lorenzo Basso, sobre las restricciones a las importaciones que aplicó Cristina Fernández.

A su juicio, no ha habido falta de insumos relevantes a nivel interno como producto de estas medidas, e incluso les ha permitido desarrollar el mercado interno de la carne, gracias a mayores precios de vacuno, lo que ha permitido que aumente el consumo de cerdo y pollo.

Eso sí, Basso reconoció que una de las preocupaciones de Argentina está en la creciente inflación de la economía producto de estas políticas. Aunque sostiene que aún "no ha llegado a niveles tan alarmantes como los de 2000- 2001".

Agregó que mientras las turbulencias económicas se mantengan, seguirán protegiendo a sus productores, a pesar de las tensiones que se puedan generar, como sucede con Chile por el maíz partido. Dijo que estos son roces que hay que ir superando con el diálogo.

Entre 2006 y 2010, tres factores frenaron el crecimiento agrícola de Bolivia: el fenómeno de La Niña y El Niño, el bloqueo empresarial por parte del sector llamado de la "Media Luna" (Santa Cruz) y el contrabando de azúcar hicieron que se detuvieran las exportaciones de algunos productos, como carne, arroz y maíz. El año pasado se resolvieron gran parte de los problemas e incluso Perú se volvió un destino importante para la exportación de carne, señaló Víctor Hugo Vásquez, viceministro de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia.

Exportar carne a Chile también está entre sus planes, en cuanto se cumpla con los requisitos sanitarios.Vásquez señala que 2013 será "de los mejores" años en cuanto a clima. También habrá novedades: "Estamos a punto de presentar una variedad de maíz, que tiene casi el mismo rendimiento de los maíces transgénicos", revela.

La idea es consolidar el mercado externo e interno para que productos como la quínoa -el 60% se exporta- puedan abastecer a la población.

La carne bovina es su mayor aliada. Le siguen la soya y el trigo. No por nada es que Enzo Benech, subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay define a su país como un "productor de alimentos". Y si bien las exportaciones van al alza, la autoridad aseguró que aún están en deuda, en especial, en dos áreas: mano de obra y logística.

En cuanto a esta última, el subsecretario señaló que es necesaria una mayor inversión tanto en el transporte fluvial y ferroviario como en los puertos y carreteras. "Es necesario invertir en la mano de obra y necesitamos sacar nuestra producción (del país) de la manera más rápida y barata", dijo.

Para el próximo año, las perspectivas son positivas, aunque "prudentes", debido a la situación internacional, y la apuesta está en aumentar la producción para conquistar más mercados.

Interesante. Así define Enzo Cardozo, ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay, las perspectivas para 2013. "Paraguay importaba desde Argentina y Brasil anualmente US$ 26 millones en mate, locote (pimiento), cebolla, ajo. Desde el gobierno del año pasado, que dejamos de traer locote, porque estamos abasteciendo el mercado por primera vez a través de un plan con tecnología. Algo fundamental para nosotros es la agricultura protegida", señaló. Cardozo, quien aseguró que las relaciones entre el sector público y el privado se han mantenido estables, a pesar de la situación política que se vivió con la salida del Presidente Lugo.

Volver a Chile con carnes es otra meta. Y es que la importación de carne paraguaya fue suspendida al encontrarse focos de fiebre aftosa, situación que esperan revertir de aquí a fines de año.

También destacó el plan para regularizar las tierras, los títulos, y dijo que en algunos casos el Estado pondrá terrenos a la venta a precios de mercado. Cardozo señaló que el objetivo es que el dinero de las compras se destine a los pequeños agricultores para entregarles asistencia técnica.

Para el ministro de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento de Brasil, Jorge Mendes Ribeiro, la salvaguardia, que el gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff está evaluando aplicar a la importación de vino chileno a ese mercado, es un proceso inevitable que está siguiendo su curso natural. ¿La explicación? "Hay cosas que un país precisa dar para afuera y otras que precisa dar para adentro", dijo, desatando la risas de los otros ministros.

A su juicio, más allá de las tensiones por casos específicos, la convivencia que debe haber como "vecinos del mismo edificio" se logra. Para él, las principales restricciones están en Europa.
"Las exigencias para América del Sur desde la Unión Europea seguirán siendo altas, sobre todo en el mercado de la carne. Debemos calificar aún más, y mantener la calidad de nuestra producción", comentó. La manera de ganarse la confianza de esa comunidad es trabajando en conjunto como región.

Fuente: El Mercurio de Santiago