Colombia ha entrado en un proceso de globalización con la cercanía de los tratados de libre comercio con países como Estados Unidos. Las grandes industrias y exportadores del país se vienen preparando para enfrentar los retos que ello significa.

Barranquilla no es ajena a ese compromiso y, aunque en el pasado foro sobre la navegabilidad por el Río Magdalena las autoridades en la materia reconocieron que se demoraron en ejecutar algunas tareas pendientes de conectividad, busca ser más competitiva para convertirse en la capital de los TLC.

Eficientes y competitivos

Los empresarios consideran que frente a los retos de la globalización, los puertos deben contar con modelos eficientes que generen mayor competitividad. Además del personal humano idóneo, una buena infraestructura y un modelo moderno de conectividad, debe ofrecer máxima agilidad en sus procesos administrativos a costos competitivos para el resto de la cadena del comercio exterior.

De igual forma, los trámites realizados por las autoridades (Dian, Policía, Antinarcóticos, Invima y demás instituciones de control portuario, deben facilitar la gestión comercial, que no implica se permisivos en el incumplimiento de las leyes aduaneras.

Para el director de la Asociación Nacional de Industriales, Andi, Alberto Vives, las autoridades deben estimular, agilizar y facilitar los trámites de comercio exterior, sin dejar de lado las garantías de transparencia y seguridad en un marco regulatorio claro y estable.

“Se debe proveer accesos terrestres a puertos que configuren verdaderos corredores de alta productividad. Existe una relación positiva entre provisión de infraestructura y desarrollo económico.

La presencia de mejoras en la infraestructura explica parte del crecimiento, ya que aumentan la productividad, reducen los costos de producción, mejoran la competitividad y aumentan el PIB”, asegura Vives cuando se le pregunta qué condiciones deben darse para que la actividad portuaria en Barranquilla sea realmente competitiva.

Unidad

Desde hace algunos años los puertos vienen trabajando en ello, sin embargo, los empresarios creen que es indispensable unir los modelos de desarrollo portuario con el modelo de ciudad, que debe ser promotora de puertos eficientes. “Esto más que una decisión de puertos es una decisión de ciudad, donde se definen los requerimientos, modelos eficientes y condiciones demandadas por la globalización. Uno de los retos que vemos se va cristalizando después de los anuncios realizados por la Presidencia de la República y Coormagdalena representa la coordinación de la navegabilidad por el río, con un manejo ambiental acorde, con el movimiento portuario”, afirma Vives.

En ese sentido, para ser más competitivos los empresarios recomiendan contar con un transporte multimodal de alta calidad, articulando las tres ciudades portuarias (Barranquilla, Cartagena y Santa Marta), construir un modelo de conectividad y logística gestando complementariedad portuaria.

También es indispensable construir corredores ferroviarios especializados de alta capacidad y calidad de servicio, pero, sobre todo, mejorar la infraestructura existente y construir nuevas vías. Del mismo modo, es necesario que la actividad portuaria realice sus operaciones cada vez en menores tiempos, lo cual se logra con tecnología de punta (dentro de los cuales debería contar con modelos de automatización, escaneo de cargas, entre otros).

En cuando a las entidades que controlan los puertos, sostiene que estas deben prepararse con rapidez para enfrentar el movimiento de carga que se avecina con la entrada en vigencia de los tratados de libre comercio, pero también, articularse con las demás instancias asociadas al comercio exterior, de tal manera que los procesos se agilicen y no se conviertan en un palo en la rueda para la actividad portuaria.

En la Aduana

Precisamente, desde hace un año el control aduanero cambió con la llegada a la dirección de esa entidad del capitán de fragata Jorge Eduardo Castillo Santos. En cumplimiento de una política estatal para frenar las actividades fuera de la ley que dañaban la imagen del puerto de Barranquilla, los controles se volvieron más estrictos, pero —aclara el capitán Castillo— de manera eficiente para no afectar la actividad comercial.

La idea del Gobierno Nacional es que la capital del Atlántico sea mucho más competitiva, porque es la ciudad llamada a cumplir un papel fundamental en los acuerdos comerciales que se firmen con otros países.

Según el capitán Castillo, la Aduana viene aplicando más pedagogía que castigos para motivar a los empresarios a cumplir con todos los requisitos que exige la Ley Aduanera.

Al que cumpla con las normas, dice el capitán, se le facilitan y agilizan todos los trámites, pero el que incumple necesariamente hay que quitarle la mercancía.

Sobre este particular, el Director de Aduanas sostiene que las acciones de control se hacen en el menor tiempo posible. La carga que llega se legaliza en cuestión de minutos, pero los que se quedan para revisión tardan máximo 48 horas. De no cumplirse estos tiempos, los funcionarios encargos de los procedimientos son objeto de procesos disciplinarios.

Por esa razón, el Director de la Aduana afirma que la imagen del puerto de Barranquilla ha mejorado en el último años, pero lo más importante es que la actividad comercial también.

Bajaron los controles

El director de la Aduana, capitán de fragata Jorge Castillo, dice que los controles en los puertos ahora son más efectivos, lo que le ha permitido bajar el número de acciones para facilitar esa actividad comercial.

En el último año, dice Castillo, se hicieron acciones de inteligencia para poner en orden los puertos de la capital del Atlántico. De 1.023 acciones se bajó a 846, pero aumentó de 30 mil millones a 40 mil millones la carga aprehendida, lo que se traduce en efectividad.

Los productos con los que se tienen mayores dificultades, según el Director de Aduanas, son: calzado, confecciones, electrodomésticos, licores y bebidas, perfumería y cigarrillos.

En la Dirección de Aduanas trabajan 291 personas. Los jefes fueron internamente cambiados y se creó el grupo élite denominado Gato, que ha pasado las pruebas de confianza y se encarga de verificar que las acciones se cumplan en el marco de la Ley.

Fuente: El Heraldo, Colombia