Hace aproximadamente dos semanas, el comandante en jefe de la Fuerza Naval de Bolivia, vicealmirante Marco Antonio Justiniano, recibió una sorpresa. Llegó a sus manos una invitación para participar en la feria internacional naval a realizarse en diciembre próximo, en Valparaíso, evento que es organizado por FISA, con la colaboración de la Armada de Chile.

Este tipo de invitaciones no tiene precedentes, reconoce, "por eso nos ha sorprendido un poco. Antes de tomar una decisión queremos analizarlo con toda la objetividad posible y verlo, tal vez, como una oportunidad para promover un acercamiento en la búsqueda de algunos intereses en común - como la lucha contra el narcotráfico, terrorismo, migraciones ilegales- que puedan llevar a una vinculación más estrecha. Evidentemente tenemos que cambiar las estrategias de relacionamiento que nos han mantenido hasta ahora en la posición en que estamos".

El vicealmirante Justiniano asumió hace sólo cuatro meses como cabeza de la Armada de Bolivia y ya vivió uno de los días del Mar más intensos que se recuerden en este país.

Recibió a La Segunda en el edificio de la comandancia en jefe, ubicado en la zona sur de La Paz, en el sector de Sehuencoma. Su oficina es amplia, elegante y con una increíble vista de los cerros que rodean la ciudad.

Afable y de hablar pausado, recordó que ingresó a la Escuela Naval de Bolivia en 1969, año en que una campaña para adquirir un buque de ultramar enardecía los corazones juveniles.

Sus primeros contactos con marinos chilenos los tuvo cuando cumplió funciones de agregado naval en Buenos Aires. "Hice amistad con varios oficiales chilenos de las tres fuerzas. Evidentemente tenemos muchas cosas en común, aparte de las obvias diferencias".

Se disolvió tras la guerra del Pacífico

La Armada boliviana fue creada en 1826 junto con el ministerio de Guerra y Marina, pero como el gobierno no le dio demasiada importancia a su desarrollo, en los primeros años no tuvo más que unas tres embarcaciones relevantes. Así, "en las acciones bélicas que se sucedieron en la Guerra del Pacífico no teníamos ninguna nave en condiciones de actuar", relata el vicealmirante Justiniano.

En esa época la Armada fue desactivada y la atención a las vías navegables fluviales y lacustres quedó en manos del Ejército.

Pero todo cambió en1963, cuando se reorganizó el servicio bajo el nombre de Fuerza Fluvial y Lacustre. Luego se cambió a Fuerza Naval y finalmente al de Armada (pero aún no se ha modificado el nombre en la constitución boliviana, por lo que estrictamente se llama fuerza naval), al mismo tiempo que obtenían los elementos para su funcionamiento: embarcaciones, infantería y toda la infraestructura para formación de oficiales y suboficiales.

En este último aspecto, Justiniano señala que "casi todas las Marinas amigas nos cooperan con la formación, tanto en sus escuelas como en sus buques de guerra en ultramar. De forma que enviamos anualmente cadetes a las escuelas de Argentina, Perú, Venezuela y Brasil".

Construyen un buque escuela

El estudió un año en Bolivia, estuvo otros cuatro en Argentina para completar su formación y luego hizo cursos de especialización en Brasil (donde conoció a su esposa) y de Estado Mayor en Alemania.

El objetivo es que todos los oficiales egresen con una "formación básica que los capacita para desempeñarse en ríos, lagos y mar. De hecho ya hemos navegado buques de ultramar en varias oportunidades. Incluso tuvimos un buque escuela con base en el puerto de Rosario, Argentina, que sirvió varios años". Bolivia está construyendo otro, que debiera estar listo en octubre.

Para su labor, la fuerza naval cuenta con patrulleras, lanchas rápidas, naves de transporte logístico y dos que sirven como hospitales. La embarcación más grande tiene una eslora de 36 metros.

Podría encontrarse con el almirante Vergara en EE.UU.

Actualmente no hay nexos oficiales navales chilenos y bolivianos "pero en todos los foros internacionales a los que acudimos hay siempre un contacto informal". Tampoco se ha reunido con el comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Miguel Angel Vergara, pero adelanta que "es muy probable que estemos juntos en la Conferencia Naval Interamericana que se va a desarrollar en mayo en Estados Unidos".

La idea le parece interesante, aunque aclara que tal vez ni tengan la autoridad suficiente como para hablar ambos de temas políticos. "Pero el mostrarnos, conocernos, aproximarnos, sin duda es beneficioso para instituciones de Estado que tengan intereses convergentes. Hay muchas cosas en las que podríamos cooperar mutuamente, independiente de lo que el gobierno diga en la parte política".

P.- Cuando asiste a los foros internacionales, ¿cómo se siente al ser un jefe naval sin mar donde ejercer?
R.- Esa pregunta la vengo respondiendo hace 30 años. Y hay razones muy concretas del gobierno para tener una fuerza naval. Con Perú compartimos el Lago Titicaca (más de 8.500 kilómetros cuadrados de superficie), sobre 6 mil kilómetros de fronteras fluviales con Brasil, Paraguay y Argentina. Además de 15 mil kilómetros de ríos navegables. Es decir, hay una gran superficie líquida que controlar y desarrollar en muchos aspectos.

Pero, "aparte de cumplir las labores internas, existe también una decisión del gobierno de presentar esto como un punto estratégico de la política internacional. Bolivia tiene el convencimiento de que en algún momento se tiene que encontrar una solución al problema (de una salida al Pacífico) y para ello necesita tener una fuerza preparada para el mar. Eso no se puede improvisar, hay que formar a la gente en el tiempo".

P.- ¿También es una forma de presión?
R.- Sin duda.
"La frustración (de ser marino sin mar) ya ha sido superada"

P.- ¿No es un poco frustrante ser marino sin mar?
R.- Esa frustración de los primeros años (cuando partía en la carrera) ya ha sido superada. El tiempo ha demostrado que nuestra función es necesaria, por más que no se tenga costa o una marina de guerra de ultramar. Pero seguimos realizando actividades en el mar, porque tenemos el derecho a la explotación de los recursos marinos aún en la situación actual. Tal vez hace unos 30 años en los foros internacionales se sorprendían. Ahora ya no. Todo el mundo reconoce cuál es nuestra situación y más bien tratan de cooperar para que nuestra limitación sea superada de la mejor manera.

P.- ¿La fuerza naval tendrá algún papel en la nueva etapa de la negociación por el mar?
R.- Nosotros aportamos cada vez que somos requeridos por las diferentes comisiones de estudio. Tenemos planteamientos muy claros que podrían contribuir a encontrar una solución.

Además, agrega entusiasmado, una de las tareas que el gobierno asigna a la fuerza naval es "el desarrollo y fortalecimiento de la denominada conciencia marítima en el pueblo. Nosotros nos encargamos de recordarles a nuestros compatriotas que el mar es vital para el desarrollo del país y que cada uno tiene que hacer su esfuerzo en este sentido. Para ello, anualmente los oficiales dan charlas en todos los colegios".

P.- En las escuelas bolivianas hay sentimientos antichilenos. En los desfiles del 23 escuchamos a jóvenes gritar "Muera Chile, Viva Bolivia".
R.- Hubo una época en que sí, en que incluso las fuerzas militares al ir a acostarse daban ese grito. Pero eso ha cambiado en los últimos años.

Y pese a que la lucha inclaudicable por lograr una salida al mar permea toda su conversación, el almirante Justiniano no duda en reconocer que "no creo que la solución sea fácil, porque si así fuera ya la hubiéramos encontrado, pero al menos hay que mostrar una voluntad de hablar y ver cuáles son las reales posibilidades atendiendo los intereses de ambos. Porque tampoco nosotros vamos a pretender que Chile quiera desprenderse de algo actual a cambio de nada".

Bandera boliviana en mercantes

Por "un tema de política exterior del país - explica el vicealmirante- se quiere mostrar el pabellón boliviano en todos los mares del mundo" para lo cual se facilita la bandera de conveniencia de Bolivia a marinas mercantes. Entonces, "ése es otro motivo por el cual tenemos necesidad de formar gente, porque las inspecciones que se realizan a estos buques son hechas por personal nuestro. Se mandan los inspectores a verlos, generalmente cuando están en puertos próximos a Bolivia, para garantizar que los buques estén en condiciones adecuadas de navegación".

Fuente: La Segunda