El Departamento de Transporte de los EE.UU., en su Aviso 2022-002, tras el inicio de las hostilidades por parte de Rusia contra Ucrania indicó que uno de los riesgos que pueden experimentar los buques comerciales que navegan por el Mar Negro y el Mar de Azov es la interferencia del GPS, la suplantación del AIS y otras interferencias en sus comunicaciones, según reporta Gard.

También es probable que los buques sufran perturbaciones debido a las restricciones a la navegación en esta región. De hecho, hace unos días se informó de que el aumento de la actividad naval y los ejercicios de tiro con fuego real en determinadas zonas ya habían afectado a las rutas marítimas entre algunos puertos.

Como consecuencia de la escalada de las tensiones entre Ucrania y Rusia, las aguas ucranianas y rusas del Mar Negro y del Mar de Azov han sido incluidas en la última revisión de la lista de zonas enumeradas por el Comité Conjunto de Guerra (JWC).

Reacción de principales líneas navieras

Tras el ataque ruso contra Ucrania MSC informó que, por el momento, sus buques dejarán de recalar en los puertos ucranianos y que los itinerarios se declararán como finalizados en el último puerto anterior a Ucrania. Además, está revisando la mejor manera de gestionar la carga en tránsito hacia Ucrania que actualmente se encuentra en los puertos del Mar Negro y del Mediterráneo.

La línea naviera, además, se está preparando en caso de posibles nuevas medidas gubernamentales que puedan afectar al comercio en la región. Por último, informó que, al 24 de febrero, sus servicios hacia y desde Rusia se mantenían en pie.

Maersk destacó que la "la seguridad y el bienestar de nuestros empleados es de suma importancia". Es así como a partir del 24 de febrero, "han recibido instrucciones de trabajar desde casa, lejos de cualquier zona de conflicto", y aseguró que todos ellos "siguen estando seguros y bien".

En el plano del negocio Maersk puso en marcha "una estrategia de continuidad" atender las necesidades de la cadena de suministro de nuestros clientes "en la medida en que la situación lo permita". Sin embargo, anunció la suspensión de las recaladas en todos los puertos de Ucrania hasta nuevo aviso y dejará de aceptar pedidos hacia y desde dicho país hasta nuevo aviso. Los servicios en Rusia, por su parte, siguen estando disponibles, pero potencialmente sujetos a cambios según la evolución de la situación.  

Desde CMA CGM aseguraron que "durante los últimos días, hemos tomado todas las medidas necesarias para proteger a nuestros empleados y garantizar en la medida de lo posible la continuidad de la cadena de suministro". De hecho, en aras de la seguridad, la línea naviera decidió "suspender todas las recaladas de buques en Ucrania a partir de hoy (24 de febrero) hasta nuevo aviso". Por tanto, sus servicios omitirán el puerto de Odesa y la carga con destino a Ucrania se redirigirá a los puertos de Constanza (Rumanía), Trípoli (Líbano) o El Pireo (Grecia).

Destacaron además que "la seguridad de nuestros empleados y sus familias en Ucrania es nuestro principal objetivo" y que "todos ellos están a salvo". Como plan de contingencia anunciaron que "trabajarán desde casa hasta nuevo aviso" y que vigilarán la evolución de la situación las 24 horas del día.

Preocupación por suerte del puerto de Odesa

Angela Titzrath, CEO de Hamburger Hafen und Logistik AG (HHLA) empresa que opera una terminal en el puerto de Odesa, en el Mar Negro desde 2001, junto con expresar preocupación y simpatía por el pueblo de Ucrania, manifestó que están "especialmente preocupados por los 480 empleados de nuestra terminal en el puerto de Odesa".

Al respecto aseguró que los últimos de ellos abandonaron el puerto en la mañana del 24 de febrero y que para apoyarlos eficazmente, el día 25 se les pagará un salario mensual por adelantado.

HHLA que desde principios de la década de 2000, ha invertido unos US$170 millones en la terminal de Odesa como una contribución para asegurar la paz y la prosperidad en Europa indicó que "todavía es demasiado pronto para decir nada sobre los posibles efectos de las sanciones o las consecuencias de la guerra".

Cabe destacar que diversas informaciones señalan a la ciudad portuaria de Odesa como uno de los blancos de ataque por parte de Rusia.  

Suspenden tránsito aéreo y cierran empresas

El regulador europeo de la aviación amplió una advertencia de seguridad provocada por el ataque ruso, aconsejando a las aerolíneas que "tengan precaución" cuando vuelen a través del espacio aéreo ruso controladas por los centros regionales de Moscú y Rostov. Por su parte el jefe de relaciones con los inversores de DSV, Flemming Ole Nielsen, atestiguó que "todo el tránsito aéreo se ha detenido y los pasos fronterizos también se han visto afectados y cerrados, así que en realidad todo está cerrado hoy".

Las empresas de logística mundial UPS y FedEx Corp suspendieron sus servicios de entrada y salida en Ucrania y empresas transnacionales como la cervecera danesa Carlsberg y Coca-Cola cerraron sus plantas.

A nivel europeo, El mayor banco nacional de Gran Bretaña, Lloyds, advirtió que estaba en alerta máxima por los ciberataques de Rusia, mientras que las empresas que fabrican productos desde motores a reacción hasta semiconductores advirtieron que el suministro de materias primas clave podría verse afectado. Es así como, los fabricantes de motores a reacción Rolls-Royce y Safran dijeron que habían aumentado el suministro de titanio- en gran parte suministrado por Rusia- mientras las empresas aeroespaciales occidentales se preparan para las consecuencias de la crisis. Cabe destacar que Ucrania suministra más del 90% del neón de grado semiconductor de EE.UU., fundamental para los láseres utilizados en la fabricación de chips.

En tanto, muchas empresas expuestas a Rusia esperan ahora que se aclare el alcance de las sanciones de Occidente prometidas antes de anunciar cualquier acción.

Por MundoMarítimo