Los retrasos de las líneas navieras están atando la capacidad de transporte y los inventarios, complicando los esfuerzos de recuperación económica. Este año, los buques de carga han entregado sus cargas más tarde que nunca, lo que se suma a los problemas de la cadena de suministro que están socavando los esfuerzos del retail y de los fabricantes por aprovechar la abundante demanda económica, reporta Wall Street Journal. 

Según un análisis de Sea-Intelligence ApS, sólo el 40% de los portacontenedores de todo el mundo arribaron a tiempo a los puertos en marzo, con retrasos medios de más de seis días. Los retrasos mejoraron con respecto a febrero, pero siguen estando muy lejos de los niveles de fiabilidad de los dos años anteriores, cuando más del 70% de los buques arribaban a tiempo.

Los retrasos en todo el mundo, resultado de una reposición de stocks a gran escala por parte de las empresas a medida que mejora la demanda de los consumidores, están inmovilizando la capacidad de los buques, lo que se suma a la escasez de contenedores necesarios para transportar los bienes y haciendo que los costos de transporte se disparen a medida que las tarifas de los fletes de contenedores aumentan a un ritmo histórico.

Para las líneas navieras, los retrasos forman parte de una serie de dolores de cabeza que interrumpen las cadenas de suministro mientras las economías de Estados Unidos, Europa y Asia se recuperan del fuerte retroceso del año pasado provocado por la pandemia del Covid-19. El aumento de los costos de los commodities, de madera, la escasez de productos acabados y de componentes como los semiconductores, la escasez de mano de obra y la reducción de la capacidad de las redes de transporte han desequilibrado a las empresas a medida que se recupera la demanda en diversos sectores.

Los retrasos en el transporte marítimo, que empezaron a acumularse a findes de 2020, se agravaron durante un periodo de escasez de demanda marítima a principios de año. En algunos casos, han inmovilizado los stocks durante semanas, ya que los buques permanecen anclados frente a los sitios de atraque y los contenedores descargados permanecen durante mucho tiempo en terminales repletos.

Congestión portuaria

Los ejecutivos navieros afirman que los mayores retrasos se han producido en los puertos vecinos del sur de California, Los Ángeles y Long Beach. La fuerte demanda de los importadores estadounidenses para reponer los inventarios agotados durante las restricciones de Covid-19 del año pasado ha saturado la mayor puerta de entrada del comercio estadounidense y ha provocado fuertes atascos de buques frente a la costa.

"Normalmente toma 14 días en navegar de Shanghái a Los Ángeles; hoy se tardan hasta 33 días", dijo Vincent Clerc, director ejecutivo de Océanos y Logística de Maersk. "El tiempo de navegación es el mismo, pero se pasa el doble de tiempo esperando a descargar en la bahía de San Pedro", detalló.

"Hemos invertido millones de dólares en capacidad adicional, pero una gran parte de esa capacidad está inmovilizada debido a la congestión en la Costa Oeste de Estados Unidos", agregó.

Los retrasos parecen ser los más prolongados en los puertos de California, pero Sea-Intelligence dijo que los buques que se desplazan de Asia a Europa también se han visto retenidos más allá de sus llegadas programadas. La congestión ha provocado retrasos de hasta seis días en lugares como el puerto de Klang en Malasia, Róterdam en Países Bajos, el Pireo en Grecia, Southampton en el Reino Unido y el puerto de Kao-hsiung en Taiwán.

Impactos en el comercio

Los retrasos en la entrega de la carga se han extendido desde los muelles hasta los patios de ferrocarril, las terminales de camiones y los centros de distribución, dejando a los grandes del retail, a los fabricantes de automóviles y hasta las tiendas familiares, sin suministros y pagando varias veces más en comparación con el año pasado para transportar sus bienes.

El coste de trasladar un contenedor marítimo de 40 pies desde China a los puertos de la Costa Oeste de EE.UU. se cotizó esta semana en US$5.650, según el Índice Báltico de Freightos Baltivc Index, un 34,5% más desde principios de año y un 228% más que en el mismo periodo del año pasado.

Sin embrago, los retrasos en los puertos del sur de California han disminuido en el último mes. La Marine Exchange of Southern California informó de que menos de 20 portacontenedores permanecieron anclados esperando atracar durante la semana anterior. Esta cifra está muy por debajo del peak de unos 40 buques anclados en el primer trimestre y marca los niveles más bajos desde el pasado mes de noviembre. Aun así, el grupo, que supervisa el tránsito de buques en la región, dijo que normalmente no hay retrasos para los buques que buscan un sitio en los muelles de Los Ángeles y Long Beach.

Los ejecutivos de las líneas de contenedores esperan que el mercado siga atascado durante gran parte del año, aunque Hapag-Lloyd AG dijo en su informe de resultados del primer trimestre que espera una "normalización gradual en el segundo semestre".

Líneas navieras se benefician

El aumento de las tarifas ha sido una bendición financiera para los transportistas marítimos, incluso cuando la congestión del transporte marítimo ha complicado sus operaciones. Maersk declaró a principios de este mes un beneficio neto récord de US$2.700 millones en el primer trimestre, frente a los US$197 millones del primer trimestre del año pasado. otras líneas navieras también han informado de beneficios que superan los US$1.000 millones en el primer trimestre.

"Ahora mismo estamos completamente al margen de las condiciones en nuestro negocio marítimo y estamos obteniendo beneficios inesperados a costa de los cuellos de botella y la congestión de las infraestructuras", dijo Clerc. "Preferiría tener un beneficio más normalizado que tener a los clientes con la sensación de que sus cadenas de suministro se están agrietando y reventando".

Hapag-Lloyd, que obtuvo un beneficio neto de US$1.450 millones en el primer trimestre, frente a los 27 millones del trimestre anterior, dijo que está desviando buques a puertos menos congestionados cuando es posible y que ha comprado 450.000 contenedores más desde el año pasado para aumentar su flota de equipos. Pero desde la línea naviera dijo que las "congestionadas cadenas de suministro suponen un enorme reto para todos los participantes en el mercado".

Por MundoMarítimo